La pérdida auditiva, también llamada hipoacusia, es la incapacidad de oír bien y puede hacer que las tareas cotidianas lleguen a ser difíciles, que el paciente se sienta incomunicado, con inseguridades o crear la necesidad de que se encuentre acompañado en todo momento para poder entender conversaciones o para evitar el contacto social.
La solución a estos problemas son los audífonos ya que se trata de dispositivos que mejoran la calidad de vida del paciente permitiendo que vuelva a escuchar sonidos cotidianos. Sin embargo, a veces, debido a prejuicios sobre su eficacia y estética, la decisión de adquirir uno se postpone provocando una disminución de la estimulación que necesita el oído y otras consecuencias físicas y sociales como, por ejemplo, problemas de comunicación y aislamiento.
Para adaptar correctamente un audífono es necesario estudiar de manera individual cuál es la mejor opción para el paciente. Por lo tanto, en primer lugar, es necesario conocer su historial clínico, estilo de vida, situación social-laboral… y, posteriormente, se realizarán las pruebas objetivas y subjetivas pertinentes que ayudan a elegir el audífono de forma adecuada:
OTOSCOPIA
Se trata de una exploración, realizada a través de un otoscopio dotado de aumentos y luz, que permite comprobar el estado del oído externo y medio, detectar infecciones y otras patologías de una manera sencilla e indolora.
AUDIOMETRÍA TONAL
Esta prueba se realiza en una cabina insonorizada y es imprescindible para la confirmación y estudio de la pérdida auditiva. Mide entre 0 y 110 decibelios la intensidad sonora mínima, que es la que una persona necesita para oír en cada una de las frecuencias examinadas, que comprenden entre 125 y 8000 hertzios (Hz), y obtiene el umbral auditivo a través de la información del grado y del tipo de pérdida auditiva.
IMPEDANCIOMETRÍA
Se trata de una prueba sencilla y objetiva, ya que no se necesita la colaboración del examinador, y sirve para valorar la progresión de la onda sonora en el oído medio, informándonos de la funcionalidad de la membrana timpánica y de la cadena osicular. Además, también nos proporciona información sobre algún problema en el oído como, por ejemplo, acumulación de cera o líquido, perforaciones de tímpano, infecciones, etc.
LOGOAUDIOMETRÍA
Esta prueba sirve para evaluar si los problemas de audición afectan a la comprensión del lenguaje y a establecer la comprensión verbal. Se realiza mediante la emisión de palabras a diferentes volúmenes.
ACUMETRÍA
Se trata de una prueba muy sencilla, con diapasones, que nos orienta para saber en qué parte del sistema auditivo se encuentra la lesión y de qué tipo es.
En OrenÓptica animamos a todos aquellos que lleven tiempo padeciendo síntomas de pérdida auditiva a que acudan a un centro especializado cuanto antes ya que un pronto diagnóstico puede ayudar a mejorar su calidad de vida. De hecho, una de las frases más repetidas por nuestros pacientes una vez se deciden a probar los audífonos es: ¿por qué no lo habré hecho antes?
En nuestros centros ópticos y auditivos le informaremos de los distintos modelos de audífonos disponibles en función del tipo de pérdida auditiva, anatomía del oído, habilidad manual, estilo de vida etc. Además, proporcionamos una amplia gama de soluciones para tratar la pérdida auditiva y contamos con la más alta tecnología en audífonos que proporciona una experiencia auditiva natural.
Trabajamos con un sistema completo de adaptación binaural que garantiza un aumento en la eficacia y en la satisfacción de los clientes. Se trata de herramientas de apoyo que constan de cuatro módulos totalmente integrados y diseñados para la evaluación, adaptación y verificación auditiva y que ofrecen la posibilidad de incorporar una interfaz de programación universal para todas las marcas de prótesis auditivas, unas mediciones auditivas muy precisas que se obtienen gracias a una unidad de sonda microfónica inalámbrica y binaural. Por otro lado, los simuladores de pérdida auditiva, o el mapeo del habla, permiten ofrecer in situ a los pacientes una experiencia única.